En el teatro lírico español, “La Gran Vía” siempre ocupó un lugar destacado desde hace 130 años. Y es que esta original revista de actualidades ha sido representada una y otra vez porque ha sabido actualizarse, como si de un recurso mágico se tratara, según la época en que ha vuelto a subirse a un escenario.
Desde las primeras reposiciones de “La Gran Vía” o su secuela, “El año pasado por agua” – con 127 años – se pasaba revista a temas sociales, culturales o fenómenos naturales.
De otra parte, y aunque en Madrid se representan numerosas zarzuelas en los últimos años, es muy meritorio el concierto que cada año – coincidiendo con las fiestas isidriles – tiene lugar de la mano de la Orquesta y Coro de RTVE, denominado “Gala Lírica”, y que pone en escena lo mejor y más típico de este género que sigue siendo ejemplo de casticismo y tradición madrileña.
Protagonismo de la lírica.
Pero también aparece en la zarzuela el tema político, que se convirtió en su principal punto de atención con personajes alterados, indignados o burlados. Y es que unos eran conservadores o liberales, otros republicanos o monárquicos, pero todos constituían el juego escénico que iba de lo real a lo fantástico – aquí las normas se alteraban o sencillamente se transgredían – con el fin de sorprender sin más (o hacer reflexionar con humor) al público.
El género chico alcanzaba con mayor ímpetu la popular apoteosis festiva gracias a la música de Chueca y Valverde.
Miguel del Arco, director de escena y José María Moreno, director musical, recuperan en una nueva producción un planteamiento teatral y musical dinámico y efectivo, y hacen de la política y de los políticos objeto prioritario, pero no exclusivo del espectáculo.
De esta forma, la zarzuela,“¡Cómo está Madriz”! nos permite inmiscuirnos en los sueños de Paco – nuestro actual paseante por esta Villa y Corte de 2016 – para descubrirnos que muchas cosas que nos gustaban o preocupaban siguen siendo igual: fiesta, diversión, música, lucha de clases, precariedad del trabajo, conflictos internacionales, endeudamiento……
Pero por encima de todo se alza la alegría de los madrileños y madrileñas representada con una música que se enreda en el ADN de los ciudadanos. Un pulso alegre y popular que incita a celebrar la vida.
“La Gran Vía” y “El año pasado por agua”, comparten una misma premisa argumental: un personaje real y uno alegórico pasean por el Madrid de finales del siglo XIX. Un Paseante y el Caballero de Gracia en “La Gran Vía” y un Guardia Municipal y el Año Nuevo que llega a la capital para acabar con su predecesor, especialmente lluvioso, en “El año pasado por agua”. Así pues, en la Gala Lírica que se ofrece en el Teatro Monumental de Madrid, aparecen títulos tan representativos como, “La Revoltosa”, ”La Calesera” o “Bohemios”, junto a muestras de más largo recorrido, como,“Manon Lescaut”, “Rigoletto”, “Carmen” o “Don Carlo”, todo lo cual conforma un programa musical, que responde al adecuado calificativo de gala, que lo es lírica y que mues tra dos fantásticas formas de disfrutar de las Fiestas de San Isidro en Madrid.
