Desde esta publicación denunciamos en su día las mentiras y corrupciones del que fuera ministro de Turismo, José Manuel Soria, uno de los ciudadanos canarios más denostados, ya que sus tropelías no fueron solamente las que llevó a cabo a nivel nacional sino que han sido bien conocidos y padecidos sus chantajes, corrupciones y bandidajes llevados a cabo en las Islas.
Afortunadamente el sector turístico español – así se dijo en estas páginas – se ha librado de este impresentable que no solamente ha mentido de forma permanente a nivel nacional sino también, y sobre todo, lo hizo en el ámbito canario.
Que cuando ya se había dado por acabado el debate de investidura, donde el presidente en funciones había mordido el polvo, esta tropa de poderos corruptos se atreviese a presentar a José Manuel Soria, «alias el gran mentiroso», como aspirante a director ejecutivo del Banco Mundial, que supone un premio a sus grandes méritos, obsequiándole con la bonita cantidad de 250.000 dólares anuales, es una prueba más de la transparencia que se supone es bandera del Partido Popular, al que han votado alrededor de 8 millones de españoles, haciéndole ser la formación más votada en las últimas elecciones.
Con ejemplos como este, la banda que nos podría haber gobernado – ya ha destruido suficientemente este país durante los últimos cuatro años – es el más claro ejemplo de la corrupción en este país. En todo caso esto se conocía por los dirigentes de «Ciudadanos» al frente del cual, se encuentra un iluminado y salvador de España que se llama Albert Rivera.
Así las cosas, parece que con este y otros elementos de juicio – parece que le acaba de llegar ese elemento de consciencia – este partido «muleta» se ha dado cuenta dónde se podía haber metido, apoyando la investidura de semejante jefe de esta tropa.
Es de esperar que con los datos que diferentes procesos judiciales que en breve se abrirán y otros muchos datos que irán apareciendo, Albert Rivera no vuelva a meter la pata de semejante forma e incluso, valore la posibilidad de propiciar que una coalición de izquierdas – aunque no forme parte de ella, al menos si le permita gobernar – haga posible que este país consiga salir de esta situación lastimosa en que nos ha dejado la banda de corruptos que han saqueado este país.
