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Fiesta de “La Vaquilla” en Chillón

En la localidad castellanomanchega de Chillón, en la provincia de Ciudad Real, puede admirarse los días 13 y 14 de agosto , una fiesta de nominada de “La Vaquilla”, donde sus habitantes y visitantes pasean por el pueblo recordando lo sucedido entre  julio del año 1582 y agosto de 1583, cuando la villa de Chillón se vio azotada por una peste, tomando para su remedio el patronazgo de San Roque.

De esta forma se creó la Hermandad de San Roque, celebrándose los días señalados una original festividad, donde los habitantes de esta localidad, recuerdan aquella peste, ahora simulada por el cuerpo y la cabeza de una vaquilla, a quien en forma alegórica se le da muerte entre el júbilo de los asistentes a esta fiesta, que va unida a bailes y expresiones de alegría, rememorando así la milagrosa desaparición de la peste que sufrió hace ahora casi 500 años.

Fiesta creada en el año 1587

San Roque. Patrón de la Villa de Chillón. El motivo de este patronazgo se encuentra en las Constituciones de la Hermandad de San Roque, creada en el año 1587. En ellas se explica que entre julio de 1582 y agosto de 1583 la Villa de Chillón se vio azotada por una maligna peste, y que para su remedio se acordó tomar por patrono a San Roque y guardar su día.

La Hermandad de San Roque tiene su exponente más popular en la fiesta de la Vaquilla, celebrada los días 13 y 14 de agosto, con la que se hace homenaje al Santo, cuya fiesta se celebra el 16 de agosto con toda solemnidad.

La Vaquilla es un armazón de madera que simula el cuerpo y cabeza de una vaca, con su cornamenta. El cuerpo va cubierto con cuero o skay, con la cara del animal pintada en la parte frontal. El hermano que la lleva se la coloca sobre su cabeza y trata de imitar los movimientos de la vaca. La fiesta de la Vaquilla constituye una alegoría de lo acaecido. “La Vaquilla simboliza la peste; el recorrido que ésta hace por las calles del pueblo en la noche del día 13 no es sino una clara alusión a cómo la peste se había enseñoreado del pueblo; el acto que se celebra en la mañana del día 14 con la muerte fulminante de la Vaquilla a manos del Capitán nos recuerda el cese instantáneo de la peste ante la aparición de la imagen del Santo traída de la ciudad de Toledo, y finalmente, el simpático baile de la bandera es expresión y símbolo de júbilo popular por la milagrosa curación.”

La fiesta de la Vaquilla constituye la más rica pieza del folclore chillonero. Todos los hermanos van ataviados a la vieja usanza de siglos pasados. Sus trajes son de colores variopintos, con chaquetilla y calzón cortos, calzas blancas y zapatillas bordadas con oro de canutillo y como remate un sombrero de paño, adornado con una ancha cinta de seda en color.                                                       

La Hermandad de San Roque

La Hermandad de San Roque está compuesta por veintiocho hermanos y la abuela, en recuerdo del número de personas o familias que, según cuenta la tradición, sobrevivieron a la peste del año 1582-83 que asoló la Villa de Chillón. Entre sus miembros cabe destacar los siguientes:

– El Hermano Mayor, que es el hermano más antiguo de la Hermandad

– El Capitán, con su bastón de mando, acompañado por su Paje. Se elige cada año y se     encarga de organizar los distintos actos de la Hermandad durante dicha anualidad

– La Abuela, un hermano vestido de mujer, con su gorro, abanico, castañuelas y escoba

– El Tamborilero, que a golpes de su tambor anuncia el paso de la Hermandad por las calles, y despierta y va recogiendo a todos los hermanos que la componen

– El Abanderado, con su bandera, estandarte de la Hermandad

– El de la Talega Botana, quien, mientras dura la fiesta, va repartiendo por doquier, a pequeños y mayores, talegazos que nadie elude porque “a quien la botana dé, libre de la peste se ve.” A este respecto, conviene señalar que uno de los significados de la palabra “botana” es parche que se pone en una llaga para que se cure. La talega está confeccionada con un tejido fuerte y llena de salvado.                                    

Fiesta en honor de San Roque

La fiesta comienza en la noche del día 13 de agosto a la salida de la novena en honor a San Roque. Desde la puerta de la Iglesia Parroquial, donde comienza el monorrítmico “son” del tambor, la Hermandad de San Roque, con su Capellán, inicia la que pudiéramos llamar marcha triunfal de la Vaquilla por las principales calles del pueblo. La gente, que espera en la plaza, se presta rápidamente al “jolgorio” apiñándose alrededor de la Vaquilla como provocando su embestida, y gritando “¡Erra!, ¡Erra!, ¡la vaquilla!” El hermano que la lleva, corriendo de un lado a otro tras la gente, simula el ataque y así en todo el trayecto, pero como éste es largo, pronto la cede a los mozos, que se van turnando entre sí, hasta llegar de nuevo a la plaza.

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Tras unas horas de descanso, al alborear el nuevo día, la Vaquilla es llevada a las viñas más próximas al pueblo y allí es coronada con verdes sarmientos y frescos pámpanos. Y así es devuelta a la población, donde sus gentes, despiertas por el sonido mágico de la diana tamborilesca, irrumpen a la calle para presenciar el final de tan extraño rito, la muerte de la Vaquilla.

En la plaza, donde se concentra el vecindario, se abre un amplio corro y en él se coloca la Hermandad de San Roque, ornada con todas sus galas y presidida por su Capellán. El Capitán da unos pases a la Vaquilla y seguidamente le da muerte con la contera de su bastón. Inmediatamente, el paje, que es un niño que acompaña a la Hermandad en todo el trayecto, comienza a comerse la pera que había llevado clavada en su machete, lo que simbolizaría la desaparición de los bubones, uno de los síntomas de la peste. Después, como punto final, el Abanderado y tras él cuantos hermanos gustan de hacerlo, bailan la bandera, como símbolo inequívoco de alegría ante el cese de la peste, luciendo su garbo y donaire en rápidas y estilísticas piruetas, haciendo las delicias del público.

Con esto terminaría la parte profana de la fiesta para en adelante dedicarse de lleno a la vida espiritual: novena, misas y procesión de San Roque el día 16 de agosto por las principales calles del municipio.

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