Entrevista

Movilidad: la asignatura pendiente del Ayuntamiento de Madrid

En este número analizamos desde varios puntos de vista la situación del Turismo, dada su incidencia en la economía española y por ello en las ciudades de nuestro país.

Por ello era inevitable valorar lo que ocurre en esta industria en la capital de España y así, hemos intentado conseguir la opinión de los especialistas y gestores en esta actividad. Contactamos a una técnica del apartado de Movilidad, ya que entendemos que, en una ciudad de este tamaño, esta cuestión marca la vida y el desarrollo del Turismo.

Ese fue nuestro intento pero en una demostración de ceguera política nos han negado tal posibilidad y la entrevista planeada desde hace casi un mes ha sido despreciada por los responsables del Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Madrid, y por la desidia y la ignorancia de la técnica en cuestión, amparándose en la maldita burocracia.

Entendemos que más bien cosa del pasotismo clásico de los funcionarios, que una falta de necesidad de comunicación.

De esta forma, lo que iba a ser una entrevista al uso, se convierte en una exposición de cuestiones  en plan de interrogatorio, dejando a los lectores que respondan a lo que no han querido contestar los aludidos.

La movilidad como necesidad

A la técnico de Movilidad que intentamos sin éxito  preguntar – Marisol Sánchez, del Ayuntamiento de Madrid – planteamos la necesidad, en una ciudad como Madrid, de poder disfrutar de la Movilidad.

Y es que las ordenanzas municipales no están preparadas para hacer posible esta necesidad que todos los ciudadanos deben disfrutar.

Un ejemplo de ello es la nueva aventura en que se ha embarcado el Ayuntamiento de Madrid, queriendo hacer de la capital de España una ciudad donde la bicicleta sea una solución para el desplazamiento de los habitantes de la ciudad.

¿ Es posible conseguir esto ?.  ¿Es admisible comparar ciudades como Nueva York, Amsterdam o Copenhague con Madrid ? Ni por cultura de movilidad, ni por climatología, ni por diseño de estas ciudades, Madrid, puede pensar – lo quieren hacer sus político-gestores – en estar preparada para desarrollar el desplazamiento en bicicleta como posibilidad para conseguir una mayor movilidad de sus ciudadanos,

Se demuestra día a día que, los ciclistas a falta de vías para sus desplazamientos – existen muy pocas y aisladas dentro de la red viaria – lo que hace es invadir las aceras, cuando deben ir por las calzadas y las vías para ellos previstas.

Esto ha producido ya dos muertes en poco tiempo – desde que a este Ayuntamiento le entró la fiebre ciclista – y cientos de atropellos.

Mientas tanto cabe preguntarse, ¿ qué hacen los agentes de movilidad para frenar esta mala utilización de la bicicleta ?. Pues sencillamente, mirar para otro lado.

El resultado es la anarquía más delirante y el peligro para ciclistas y viandantes, además de no resolver la movilidad.

Ocupación de espacios públicos

El Turismo es un negocio y para muchos empresarios de esta actividad, el fin justifica los medios.

Así si se une la búsqueda más o menos alocada de beneficios y la permisividad de los gestores municipales, entre otras razones, y por presiones de todo tipo, se permite llegar a la situación que actualmente padece la capital de España, y que es casi normal en otras ciudades españolas.

Existen zonas en Madrid, don de las aceras – especialmente en localizaciones de tipo turístico o del centro urbano – donde las terrazas ocupan espacios inmensos que no permiten el paso a los viandantes de una manera normal. Personas de edad avanzada, madres y padres con sus hijos en coches de bebés, personas con dificultades de desplazamiento como son los ciegos o quienes utilizan vehículos de ayuda a la movilidad, por solo citar algunos casos, ven completamente colapsado el espacio donde pueden moverse,

Todo ello sin que exista – aunque presumen de lo contrario los gestores municipales – el adecuado control y la modificación adecuada para estas terrazas, sin que resuelva demasiado el poner una sanción que poco soluciona. Mientras esta ciudad no persiga el cumplimiento total – antes debe dejarse claro cuáles son las medidas a tomar –  de las ordenanzas en este apartado, será imposible una adecuada movilidad, pero sobre todo, un Turismo responsable que colabore en conseguir una ciudad vivible y no un inmenso negocio para empresarios  que so lo buscan el máximo beneficio a costa de la comodidad de los turistas y los viandantes.

El transporte público

Una gran ciudad con un entorno residencial que agrupa a cerca de 5 millones de habitantes es una permanente dificultad para conseguir una movilidad mínimamente aceptable.

Madrid dispone de una red de metro pionera y entre las mejores de Europa, pero – como ocurre con otros transportes públicos – arrastra déficit, tanto económicos como de estructuras, y, sobre todo en manos de gestores incompetentes, algo que es más que  conocido y nunca reconocido por los gestores políticos de los diferentes responsables  en cada uno de las corporaciones que han gestionado la ciudad.

Si fallos de mantenimiento, gestión y organización ha tenido el Metro de Madrid, no lo es menos el caso de la EMT – Empresa Municipal de Transportes – en manos del Ayuntamiento, cuando el Metro lo es por la Comunidad de Madrid.

En los últimos años, el deterioro y el mal servicio de la EMT crece día a día, pese a que los gestores municipales se hagan fotos con los nuevos vehículos que sustituyen a unidades deterioradas por diferentes motivos. La frecuencia de paso de los vehículos es caótica, por la falta de información, por su errática y nula continuidad y, sobre todo por el padecimiento que deben sufrir los viajeros,al ser conducidos en mu chas ocasiones de forma delirante, que produce multitud de accidentes de los viajeros.

En muchas ocasiones esta última cuestión viene de un nulo mantenimiento de las vías por donde circular. Pero este es otro asunto para hablar otro día.

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