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Clase magistral de chulapería de Olga María Ramos

Texto y fotos: Patricia A. Llaneza

Veranos de la Villa ha contado con la persona más docta en cuplé y madrileñismo para dar una lección de chulapería al “alumnado”/público, en dos veladas fundamentales e imprescindibles si se ama este Madrid y si no, también, porque tras el espectáculo se amará sin duda alguna. 

La voz en off del Profesor (el dramaturgo Pedro Víllora, autor de la obra) va introduciendo las lecciones: cómo viste el chulapo, gastronomía, conocimiento de la ciudad…y Olga María Ramos va hilando las lecciones con las canciones más representativas relacionadas con dichas lecciones. Temas como Con una falda de percal planchá, Cocidito madrileño, La Mariblanca, La Cirila o Bartolo si vas al cine, entre otras, vertebran el espectáculo con música, historia y diversión  que dibujan una función completa que termina con una sensación de plenitud y buen rollo por el buen hacer de La Cupletista. 

La artista estuvo acompañada por la Orquestina MadriZ, con la dirección de Dustin Calderón, también director musical de la obra, formada por once músicos de pasmosa técnica y oficio, muy compenetrados con Olga María y colaborando incluso en algunos chascarrillos con arte, risas y muy buen humor.  

El entorno no podía ser más bonito y sugerente, nada menos que el claustro del pozo del Instituto San Isidro. Sí, sí, el pozo del milagro que hizo santo  al  labrador.  

Una iluminación mágica ambientaba con calidez cada una de las canciones desgranadas con un sonido inmejorable. Equipo técnico de 10. 

La dirección artística en las manos de Alberto Frías, referente en musicales y espectáculos y la impecable producción de SingUS, pendientes de cada detalle. 

Olga María dio lo mejor de sí misma una vez más, finalizando ambos días con sendos bises; en este caso La chica del diecisiete, con el público en pie pidiendo otra. Lleno total y muchas personas que se quedaron fuera porque al ir a la taquilla ya no quedaban entradas. El gratificante cartel “Sold Out” lucía como estandarte del merecido éxito. Olga estaba cómoda y en su salsa, en dos sesiones ya inolvidables de buena música estupendamente interpretada por cantante y orquesta que el público agradeció con larga ovación final y ramo de flores. 

Les diría a las personas que se quedaron sin entrada, que no se preocupen. Seguramente habrá más ocasiones de disfrutar “La vida chulapa”.  

Después de las lecciones de teoría y práctica, los asistentes aseguraron haber aprendido todas las lecciones con nota y el Profesor le dio a Olga María Ramos matrícula de honor. 

Creo que todos querríamos haber suspendido para volver a examinarnos en septiembre. 

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