Recorriendo la isla
[dropcap]S[/dropcap]an Sebastián de La Gomera, es la capital política y administrativa de la Isla y principal puerta de entrada por mar donde se encuentra el mayor Puerto Comercial, utilizado por viajeros y mercancías de todos los países a lo largo de su historia.
A San Sebastián de La Gomera se le conoce con el nombre popular de La Villa, municipio español perteneciente a la provincia de Santa Cruz de Tenerife, y donde la agricultura en tiempos pasados, ha dejado pasar al sector servicios.
La también llamada Villa Colombina, avanza con rapidez hacia el futuro, como una ciudad canaria con mayor proyección turística, gracias a la ampliación del puerto comercial y la construcción de un coqueto puerto deportivo, que hace posible recibir un mejor turismo y de calidad, con veleros y yates que visitan la Isla y facilitan su avituallamiento, reparaciones y mantenimiento, gracias a unas instalaciones modernas y con capacidad para 300 barcos de distintos calados.
Se llega a uno de los municipios más pequeños y originales de La Gomera – Agulo – con tres barrios bien diferenciadss con el casco y la zona de Las Rosas y La Palmita, desde donde el visitante puede contemplar la mejor vista del majestuoso pico del Teide, y pasear por calles estrechas y empedradas de arquitectura canaria tradicional.
Como un pintoresco y de alargado trazado pueblo, se contempla Hermigua, en un valle verde y fértil, que es un verdadero paraíso para los amantes del turismo rural .
Vallehermoso es el municipio que se admira en este recorrido y que es muestra de historia y en torno natural, con grandes microclimas y paisajes.
Uno de los mayores espectáculos naturales de la isla es Valle Gran Rey, con su zona más conocida por Guada y su maravilloso paisaje compuesto por una inmensa cantidad de bancadas, donde se consiguen por los agricultores con encomiable trabajo, todo tipo de cultivos.
La isla donde el tiempo se detiene, deja paso a una visión de futuro y una gran promoción turística que no tardará a ser algo, que no se puede olvidar por su misterio y magia inigualables.
Si nos adentramos por la ruta del norte de la Isla, nos encontramos con el núcleo urbano de Hermigua, a los pies del bosque del Cedro con su arroyo de aguas trasparentes que le dan fertilidad. Aquí podemos admirar los Roques de San Pedro – Petro y Petra – de los que cuenta la leyenda popular que eran dos amantes fundidos en un abrazo y un rayo los convirtió en piedra y luego los separó.
Sus habitantes están remodelando sus casas para el turismo rural mostrando la importancia de estos parajes que facilitarán una bien ganada oferta de turismo de la naturaleza.
La situación de este municipio, determina una influencia de los alisios que tienen vía libre por el valle, que permiten que sus tierras puedan disponer de regadío y donde se desarrolla una gran muestra de monte verde, con especies como el jayal –brezal, muestra de la laurisilva que puebla la isla.
Uno de los atractivos más impresionantes de La Gomera son sin duda, Los Órganos, columnas de basalto que se divisan desde la mar, pero todavía queda por descubrir un mundo nuevo de sensaciones en que los sentidos tienen su mayor protagonismo, tanto desde el mar como desde sus miradores en el interior de la Isla.
Isla de caminantes
La Gomera cuenta con unas características muy especiales que hacen de esta Isla un lugar ideal de turismo de calidad, para los que buscan el descanso y el contacto con la naturaleza.
Esta Isla nunca se acaba de conocer. Se descubren una y otra vez, esas bellezas de dificil descripción, que aparecen como nuevas en cada visita, mucho más de lo que pueda creerse, en un mundo de sensaciones donde los sentidos tienen su mayor protagonismo.
La Gomera fascinante, rica, verde y naturaleza sonriente, agreste y bella a la vez, donde la naturaleza es la protagonista con silencios que hablan y la sensación de reposo con sus amaneceres radiantes, con alojamientos hoteleros que cada día se superan y son difíciles de igualar para cuantos se acercan a ella y que desde el Mirador del Palmarejo obra del gran Cesar Manrique, con sus frondosos palmerales nos anima a continuar y seguir caminando hasta sus costas y cristalinas aguas.
Para los amantes de los recorridos por el medio natural, cuenta con buenas comunicaciones y una red de senderos turísticos a través de los cuales se tiene acceso a los lugares más bellos y recónditos de su geografía, pues es Isla hecha para el caminante que quiera perderse por sus bosques, por sus barrancos, por sus verdes valles y quiera descubrir un paisaje excepcional propio de otros tiempos, que ha sido esculpido a golpe de mar, como sus profundos acantilados, o envejecido por el paso de los siglos, como el Parque de Garajonay, o esos fondos marinos únicos gracias a sus acantilados formados por lavas que producen una belleza salvaje.
Es La Gomera una joya de la naturaleza, donde la imaginación tendrá que esforzarse para describir sus paisajes, sobre todo su frondoso bosque de laurisilva, formado por especies desaparecidas en otros lugares del planeta, pero que en esta Isla han sobrevivido y donde el caminante irá descubriendo y entendiendo su misterio.
Todo ello ha sido posible gracias a sus habitantes, que han sabido guardar tan hermoso y natural tesoro, que supone un lugar de cita para los amantes de la naturaleza en general y para los senderistas en particular, que asi ha sido calificado como Patrimonio de la Naturaleza por la UNESCO.