El pregonero

Los hospitales españoles colapsados

No han sido solamente los recortes que se están sufriendo en la sanidad española desde que el PP gobierna de forma inadmisible, sino que la situación ha llegado a un nivel difícilmente superable.

Desde hace aproximadamente un mes, los hospitales de media España, por no decir más, están sufriendo auténticos colapsos, tanto con los enfermos hospitalizados  – en muchos casos están en los pasillos las camas de los ingresados – sino, sobre todo, las urgencias donde hemos visto casos de 18 y 20 horas de atención a los pacientes.

Madrid se lleva la palma en esta falta de atención a los pacientes y difícilmente  puede encontrarse una situación aceptable en los diferentes centros sanitarios madrileños. Llegar a Urgencias supone una demostración de paciencia para el enfermo y de ansiedad para los profesionales de este servicio que se deben multiplicar para poder cumplir con su trabajo.

Hemos debido estar en Urgencias de la Fundación Jiménez Díaz como paciente y hemos podido comprobar la situación en que trabajan los profesionales de la medicina, con enormes dificultades para atender a los enfermos.

Y es que en ese centro médico el refuerzo que ha tenido el servicio de Urgencias ha sido prácticamente  nulo, pese a conocerse que el aumento de enfermos por una epidemia de gripe y otros afecciones respiratorias en Madrid, está siendo desconocido desde hace años y la llegada de pacientes a este centro – que no es precisamente el que mayores problemas está padeciendo – hace inadmisible la situación de quienes  necesitan esta complicada estancia en Urgencias. Es el resultado de haber privatizado este centro y donde sus gestores sólo van a ganar dinero.

Hemos podido comprobar como en este centro existe desde hace años una sola sala de Radiología en el servicio de Urgencias, lo que supone que este cobertura, de las más necesitadas en el trabajo de urgencias es algo fundamental, hace imposible realizar una atención normal, eternizándose las pruebas radiológicas  que hace eterna la estancia de los enfermos, que debe hacerles una placa de rayos X , o un mínimo servicio radiológico.

Se demuestra una vez más que  es imposible esta situación que, en condiciones normales es inconcebible, pero que, cuando se presenta una epidemia como la actual no puede resolverse con los medios actuales.

Y por si faltaba poco, sigue el Ministerio de Sanidad  olvidando y pasando de los enfermos de Hepatitis C que deben sufrir ahora una nueva burocracia. En suma, uno de los mejores servicios sanitarios del mundo desde sus profesionales, tiene instalaciones  deficitarias, más escandalosas, no estando preparados los gestores para resolver estas situaciones.

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