Además de las paradisíacas playas, como la galardonada Ses Illetes o la salvaje S’Epalmador, y su amplia oferta de ocio, Formentera cuenta con grandes alicientes para que el turista disfrute al máximo de su estancia. Uno de los muchos encantos de la Pitiusa menor es su rico patrimonio natural y casi salvaje y, para mantenerlo intacto, se han tomado medidas para evitar el desgaste. Así lo han comentado esta mañana la Consejera de Turismo, Alejandra Ferrer, y el Gerente del Patronato de Turismo, Carlos Bernús, en un acto celebrado en Bilbao, en el Museo Marítimo Ría de Bilbao, en el que también han querido recalcar la importancia del turismo activo en la isla.
Playas de ensueño, con arena fina y aguas azules, temperaturas ideales durante todo el año y una gran oferta gastronómica, deportiva y cultural. Son algunos de los atractivos que atraen, año tras año, a miles de turistas hasta este lugar, cuyas máximas son tranquilidad, relax y turismo activo.
Tal y como ha asegurado la Consejera de Turismo de Formentera, Alejandra Ferrer: “El gran patrimonio de la isla son el color de nuestras aguas y nuestras playas”. Este efecto es posible gracias a la Posidonia Oceánica, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999, dando lugar a una de las costas más espectaculares con referencias como Ses Illetes, galardonada como mejor playa de España y Europa y séptima a nivel mundial por los usuarios de TripAdvisor.
En este sentido, la Consejera de Turismo ha señalado que “se está trabajando en pro del fondeo regulado en toda la costa, con el objetivo de evitar que grandes embarcaciones dañen la Posidonia”. Los 70 kilómetros de costa de Formentera la convierten, además, en el escenario ideal para practicar deportes acuáticos como submarinismo, kayak de mar, windsurf, kitesurf o navegación a vela.
Fuera del agua, bosques de sabinas, paisajes rurales, sistemas dunares con una flora autóctona, salinas y humedales, acantilados y largas playas de arena fina confieren a Formentera un atractivo especial para la práctica de actividades en la naturaleza, especialmente en primavera y otoño, cuando la explosión de color y luminosidad no dejan indiferente a ningún visitante. Para disfrutarlos existe una amplia red de Rutas Verdes, que este año han aumentado de 12 a 32 con más de 100 kilómetros, perfectas para la práctica del senderismo, el nordic walking o la bicicleta, así como paseos a caballo. Un novedoso sistema de audioguías totalmente gratuito permitirá a quienes lo deseen ampliar el conocimiento acerca del entorno.
Además, para conservar y mantener intacto este espectacular paisaje, desde la Consejería de Turismo se apuesta por la movilidad sostenible tomando algunas decisiones innovadoras, como la prohibición de la entrada a los quads en el Parque Natural de Ses Salines, que tiene por finalidad evitar las molestias de ruido y polvo en uno de los espacios más sensibles a nivel medioambiental de la isla.
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