Oporto, arquitectura y gastronomía
[dropcap]E[/dropcap]sta gran ciudad y su área metropolitana presente atractivos sin fin, sobre todo en torno al río Douro, que fue eje de su vida y expansión.
Así, muestra una arquitectura y un arte muy interesante y que el viajero debe conocer en profundidad – sería bueno recomendar una estancia de una semana, para conocerlo adecuadamente – y valorar adecuadamente esta sin par ciudad.
Un lugar para su alojamiento – el establecimiento hotelero donde estuvimos los periodistas invitados en este viaje – es el Hotel Intercontinental, en la misma Plaza de la Libertad (Praça da Liberdade), en el centro de la ciudad y que es el antiguo Palacio das Cardosas, de una impresionante belleza y con una cuidada y completa atención al cliente.
Desde este hotel puede recorrerse todo el centro de la ciudad andando y desde esta plaza citada salen los diferentes autobuses turísticos que recorren de forma panorámica la ciudad, que cuenta con empinadas calles – que llegan hasta el río Douro – pero que son una muestra de historia hablada digna de conocer en detalle.
Claro que si hablamos de Oporto debemos dar prioridad a su gastronomía y a sus vinos. De ambos asuntos damos información a nuestros lectores con varias recomendaciones.
Calen es una de las más prestigiosas bodegas del famoso vino de Oporto, puede hacerse una visita guiada y degustar s incomparable vino que ofrece al viajero una larga historia y que muestra lo que para esta ciudad es su mundialmente conocido vino.
Pero no puede dejar de contemplar Oporto si no es con la belleza y tipismo del río que la baña, el río Douro y que desde España atraviesa de este a oste hasta desembocar en esta incomparable ciudad.
Numerosos y modernos barcos permiten un recorrido hacia su nacimiento, pudiendo disfrutar del paso por debajo de impresionantes puentes.
Alguno de estos recorridos llegan hasta la frontera con España, pendiente que se salva cos sus famosas exclusas que están entre las mayores de Europa.
La empresa Douro Azul realiza estos recorridos con diferentes modalidades y llega hasta bien entrado el río hacia España
Pero junto a esta forma moderna está la típica navegación que se hacia en los famosos “Rabelos”, donde se transportaba el vino que se producía en las originales y escarpadas laderas que miran al río y que están repletas de viñedos, lo que produce un espectáculo natural difícilmente superable.
Navegar por el río hasta Régua o Lamego, incluso continuar en ese famoso “Comboio” – tres que hace su recorrido junto al río es una de las experiencias más interesantes que contempla la visita a este paraje natural único y que es la cuna del famoso vino de Oporto. Recomendable es así pues, un recorrido desde España, cerca de la Presa de Pocinho y llegar tras una travesía inigualable hasta Oporto en bares acondicionados y donde se dispone de camarotes y todo tipo de servicios. Sobre la cocina portuguesas puede decirse y saborearse todo.
Dicen en Portugal que el bacalao puede cocinarse de tantas formas como días tiene el año y no es cuestión de cantidad solamente sino de calidad, en la que son maestros.
Carne, pescados, mariscos, postres de incomparable variedad y calidad así lo demuestran y todo ello a buenos precios, bien servidos y siempre regados con vinos portugueses que tiene su colofón en el los oportos de recuerdo único.
Perderse por las calles de Oporto – tanto su centro más elevado como la zona cercana al río Douro – como es una de las experiencias que jamás se olvidan.
La impresión que se siente al admirar la estación de tren, en su gran vestíbulo central – de la que ofrecemos una imagen – es difícilmente repetible.
Estamos ante una sinfonía de historias de colores azules sobre azulejos que narran batallas, la vida del campo y la ciudad, relaciones con otras culturas, en suma una demostración artística que es difícil olvidar y que, por otra parte, tiene en este arte repetición por todo Portugal en todo tipo de construcciones, tanto edificios civiles – como la estación de ferrocarril de Oporto vemos en otros muchos edificios, entre los que se pueden destacar iglesias repartidas por todo el país. Desde la colina más elevada de Oporto – donde de encuentra su catedral – y desde donde puede apreciarse un panorama incomparable de la ciudad y del río.
No debe olvidar el viajero visitar el Museu das Alfândegas – museo de las aduanas – todo un lujo de historia de Oporto y que es ejemplo de su cultura y el amor para la navegación que siempre tuvieron los portugueses
En suma, Oporto muestra una amplia oferta de destinos y atractivos turísticos que merecen una estancia de una semana en la ciudad que da nombre a un vino portentosos y famosos en todo el mundo y que puede disfrutarse sentándose junto al río y viendo- incluso imaginando – la historia de lo que esta ciudad ha sido a lo largo de los siglos.